En todo el mundo, se calcula que más de 0,5 trillones de dólares se pierden anualmente debido a la ocurrencia de heladas en la agricultura, siendo uno de los desastres climáticos que más afecta al sector agropecuario. Debido al cambio climático, los productores agrícolas sufren una alta variabilidad climática que provoca eventos cada vez más extremos con mermas en la producción y baja calidad del producto. Otro problema asociado es la floración temprana debido a inviernos cálidos, lo cual incrementa el riesgo de daños por heladas.
España y varios países de Europa vienen de sufrir dos años de intensas heladas durante la primavera (con estadios fenológicos de floración y fruto cuajado). Estas heladas, de principios de abril de 2022 (heladas mixtas con componentes advectivos pero fundamentalmente de radiación) han sido desastrosas para gran parte de la producción española de almendros y, en menor medida, de pistachos. Se registraron temperaturas mínimas con tiempos de retorno en el orden de 30 a 40 años, para dar idea de la magnitud extrema del fenómeno.
Ante este escenario, es importante resaltar que es imprescindible realizar estudios microclimáticos de riesgo y control de heladas para tomar decisiones ante un fenómeno que está resultando el principal factor limitante de producción.
Se debe hacer para nuevas plantaciones (y así utilizar la estrategia de “site selection”, y localización adecuada de variedades en sitios adecuados micro–climáticamente, en definitiva a mejor estrategia de control de heladas) y también para plantaciones existentes.
En efecto, así como se realizan análisis de suelo y cálculos de dotaciones de agua para riego, se deben efectuar estudios microclimáticos que puedan determinar:
- La dinámica de los flujos del aire frío en la región en que se encuentra cada finca, desde una aproximación fluidodinámica.
- El cálculo de microclimas existentes en cada finca y la espacialidad de la afectación de las heladas.
- El riesgo de heladas de cada microclima, correlacionando con la estación meteorológica más cercana (en España se tiene una muy buena cobertura con AEMET).
- Dada la fenología de cada variedad (temprana, tardía o extra tardía) y la temperatura crítica asociada, determinar para cada microclima el incremento de temperatura neto (en ºC) necesario para estar en niveles de riesgo aceptables para el inversor/productor.
- Diseño específico de medidas pasivas de control de heladas como cortinas que derivan el flujo de aire frío entrante a la finca, apertura de zonas de salida de aire frío y correcta gestión del suelo.
- Diseño específico de medidas activas efectivas en caso de ser necesario, dada la dinámica de flujos de aire frío en cada caso: riego antihelada sobre el follaje (cada microclima tendrá su correspondiente pluviometría en mm/h), Torres o Wind Machines profesionales (11 m de altura y hélices de 6 m de diámetro), calefactores o velas con buena capacidad radiativa, y SIS (Sumidero Invertido Selectivo) fabricados bajo diseño original.
Es importante destacar que cada sistema activo tiene sus limitaciones y sus problemas colaterales asociados. Ejemplo para el riego antihelada, la necesidad de grandes cantidades de agua, los problemas fitosanitarios causados al cultivo y la posible asfixia en las raíces; en el caso de las Torres, no considerar el cambio de patrón de protección en ha por los flujos de aire frío y el cálculo correcto de la fuerza de inversión en cada microclima (diferencia de temperatura entre 1,5 y 15 m).
Todos estos sistemas funcionan para las heladas de radiación, que son las más comunes y se dan (dependiendo del microclima) en forma muy recurrente. Para las heladas advectivas, no hay sistemas activos que puedan proteger al cultivo, pero son extremadamente infrecuentes en España.
En el escenario actual, la peor estrategia a seguir es adquirir sistemas de control activos de heladas costosos sin realizar un estudio previo microclimático de riesgo y control de heladas que asegure la adecuada elección de sistemas de control de heladas pasivos y activos para cada microclima.
Ing. Pedro Mastrángelo.
Fruticultura magazine May/June 2022